Sūn Sīmiăo 孙思邈 (581-682), fue un médico y erudito en los ámbitos del Taoísmo, el Budismo y el Confucianismo. En numerosas ocasiones rechazó la invitación del gobierno y prefirió trabajar con el pueblo durante años, recogiendo una amplia variedad de remedios medicinales y adquiriendo una valiosa experiencia que benefició a los más humildes. Su ética era admirable y siempre puso al paciente por encima de todo; no le importaba su estatus social, pues trataba a todos de forma equitativa, salvando enfermos de día y de noche, costase lo que costase. Daba mucha importancia a las patologías relacionadas con la pediatría y la ginecología, y se podría decir que fue la primera persona en dedicarse a ambas especialidades médicas. Curo lepra, desarrolló los 13 puntos fantasmas. Sentó las bases de preservación de salud, etc…
Se grabaron sobre piedra muchos remedios para enfermedades comunes y el secreto de Sun Simiao para llevar una vida saludable. El lenguaje de la inscripción en la piedra es de fácil comprensión, algo que el pueblo valora mucho, por ejemplo: “Después de comer, pasea un poco y frótate la barriga”. Resulta que, debido a su excelente destreza médica, cada vez más gente acudía a la consulta. Para facilitar el tratamiento de las diferentes enfermedades, escribía sus prescripciones de forma sencilla. Entonces, un día un cantero las grabó en una piedra para colocarla en la calle y que todo el mundo pudiera acceder a ellas, así prevenir y curar numerosas dolencias.
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